Historia de los Salvajes
Primeros años
Los Montañeses
En las fiestas del año 1954 desfiló por primera vez en Villena la Comparsa de Almogávares, y ese mismo año desfiló la Escuadra de Montañeses.
En aquellos momentos el funcionamiento de las Comparsas era diferente a la actualidad. Un grupo de amigos se reunió para fundar la Comparsa de Almogávares, y ellos mismos fueron atrayendo a amigos, familiares y conocidos. Como no había suficientes trajes de Almogávar para todos se decidió alquilar una escuadra de trajes guerreros de Alcoy, trajes que fueran en consonancia con la recién creada Comparsa. Así comenzó la Escuadra de Montañeses y sus primeros miembros fueron:
- Cabo: Eleuterio Cabanes "Lute"
- Francisco Pérez "Cosme"
- Fermín Pérez
- Vicente Francés García
- Juan Sarrió Molina
- José Hernández Francés
- Antonio Muñoz Candela
- Antonio Hernández Bleda
- José Azorín Quiles
- Andrés Molina
- "Ramaleras"
Estos componentes no eran fijos, algunos podían cambiar dependiendo de las necesidades de la Comparsa. Así mismo, otros años se tuvo que buscar a personas para cubrir la escuadra porque no eran suficientes para completar la fila.
En la foto de la derecha se puede ver a la Escuadra de Montañeses en 1954 con la fila girada saludando al público y su Cabo Eleuterio Cabanes "Lute".
Salvajes por definición popular
Desde sus comienzos la Escuadra siguió una línea guerrera, con vestimenta primitiva, trajes de pieles, grandes barbas, pelucas; el armamento trataba de ser lo más auténtico posible. Todo esto, unido a un peculiar estilo para desfilar jamás visto en ningún lugar, hizo de ella una escuadra única y singular.
El público que presenciaba los desfiles cuando veía llegar nuestra escuadra comentaba:
"Ya vienen los salvajes"
El comentario siempre era el mismo, por lo que la Escuadra fue asumiendo este adjetivo como propio. Este fue el motivo por el que la Escuadra de Montañeses se convirtió en la Escuadra de Salvajes, la definición popular venció la denominación de origen.
Si algo cabe destacar de "Los Salvajes" es su particular forma de desfilar, su paso fuerte levantando las rodillas, unido a los movimientos enérgicos del cabo, hacen que los espectadores aprecien y valoren el paso de la Escuadra de Salvajes en las fiestas de Villena.
En la imagen de arriba, de 1961, se puede comprobar a la "Escuadra de Salvajes" en todo su esplendor comandada por "El Puncha". Abajo fotografía antes del desfile, en la Losilla, junto a varios amigos.
Regino Cerdán "El Puncha"
Al poco tiempo se incorporó a la Escuadra Regino Cerdán "el Puncha" junto a unos amigos que durante muchos años fue el grupo fuerte de aquella primera generación de salvajes. Sí, Salvajes puesto que este nombre se lo dio popularmente el pueblo de Villena al ser todo un espectáculo ver a la escuadra capitaneada por aquel hombre increíble que fue el Puncha.
Era un cabo bárbaro y rudo pero al mismo tiempo elegante y sencillo, siempre con su inconfundible escuadra de Salvajes, sucios y andrajosos, con paso fuerte y grotesco. El público esperaba a los Salvajes, y de pie, enloquecía aplaudiendo y vitoreando, asombrado por tan singular espectáculo.
Era una escuadra única. La gente entraba en ella atraídos por su magnetismo, pero la mayoría no podía aguantar aquel ritmo tan enérgico de Regino y sus amigos y se iban al año o dos años.
Segunda Generación
Aprendiendo de un ídolo
"En el año 1966 nos incorporamos un grupo de amigos que, como tantos otros, estábamos deslumbrados con los Salvajes. Éramos unos críos que queríamos salir en fiestas. El padre de uno de mis amigos era Almogávar, y nos dijo que si queríamos salir de salvajes se lo diría al Puncha, pues ese año le faltaba gente para completar la escuadra. No nos lo pensamos dos veces. Hablamos con el Puncha y nos dio permiso, pero con una condición: tendríamos que seguir su ritmo y salir en todos los desfiles. Si fallábamos a uno ya no volveríamos a salir de salvajes. Nos buscaron traje de Almogávar para salir por las noches, y esas fiestas salimos. Quedamos encantados con aquellos hombres que nos llevaban a nosotros casi 20 años, pero que eran capaces de aguantar los desfiles y veinte más si era necesario con aquel ritmo.
Los trajes los hacíamos dos o tres semanas antes de fiestas, y por supuesto de lo que encontrábamos a mano. No había ninguna línea a seguir. íbamos a Biar, a los Cañones, una fábrica que hacía tela imitación a piel, y nos llevábamos lo que había en el almacén: unas veces piel de leopardo, otras de cebra o lisa.
Las pelucas las comprábamos de Castalla, en una casa en la que se dedicaba toda la familia a poner pelo a las muñecas. Nos daba igual que el color fuese rubio, pelirrojo o negro. Los correajes no tenían problema, cualquier seraje o piel barata que tuvieran en el almacén con poca salida nos servía. Recuerdo un año que eran de charol rojo y negro. Los remaches y chapones eran de la fábrica de las lámparas. Las armas casi siempre nos la hacía Vicente Francés. Solían ser grandes hachas o porras, pero también salíamos con quijadas de mula de los Cabezos o ramas de manzano u olivo.
Los trajes los hacíamos por las noches en el trastero de la casa del Puncha. Se nos hacían hasta las tantas de la noche. Los cosíamos con hilo de palomar y pegábamos los adornos y correajes con cola. También decorábamos los trajes con pintura roja a modo de sangre.
Además les hacíamos trajes a todos los hijos de los Salvajes, que salían delante o detrás de la escuadra. En realidad cuando desfilábamos parecíamos una auténtica tribu ambulante.
Quería que no quedase en el olvido aquel hombre, magnífico festero, que lo dio todo por la Comparsa. Siempre estaba en primera línea, con su humor alegre y contagioso. Tenía una fuerza increíble capaz de arrastrar a todo el mundo. Y eso que eran tiempos difíciles con tantos cambios de traje. Su muerte sumió a su comparsa y especialmente a su escuadra en una profunda tristeza. Nos dejó huérfanos. Desde aquí y donde estés querido maestro, recibe un cordial saludo de tu amigo."
Pedro Muñoz Navarro
Adiós a un grande
Así comenzó la segunda generación, iniciada por unos hombres increíbles y liderados por "El Puncha", cabo único durante más de tres décadas hasta que un trágico accidente dio fin a su vida en 1989 antes de las fiestas de Moros y Cristianos de aquel año.
Al ser pequeña la comparsa de Almogávares y tener varias escuadras especiales, según una norma creada años atrás, las escuadras especiales tenían que ir rotando y no podíamos salir todos los años de Salvajes para que la comparsa siempre tuviese gente desfilando.
Ese año tocaba salir de Almogávares y los Salvajes descansábamos pero estando el día 5 en la tradicional comida de los Salvajes en la "Cueva", y notando tanto su ausencia en tal comida, comenzó a surgir el rumor de ofrecerle un homenaje durante ese día 5.
Un componente de la escuadra, en particular Manolo Céspedes, se acercó a la tribuna presidida por la Junta Central de Fiestas y les pidió permiso para que la escuadra saliese aunque fuese solo ese día 5, sin optar a premio alguno, para darle el homenaje merecido a ese gran ídolo. La Junta Central de Fiestas accedió sin ningún problema.
Al no tener ningún traje preparado salimos con el mismo que el año anterior, el último traje que vistió el Puncha, y como nadie quería ocupar su puesto de cabo decidimos sacar a un caballo blanco con su traje de Almogávar a un costado y su traje de Salvaje al otro.
Durante el desfile, nuestros rostros serios, con lágrimas en los ojos hacía que gran parte del público, conocedores de aquel suceso, se pusiese en pie al paso de la Escuadra.
Solo cabe decir que aquel hombre marcó el devenir de la escuadra y no solo le hicimos aquel homenaje ya que 25 años después volvimos a hacerle un homenaje similar pero esta vez con el que era ya unos años cabo de la escuadra, Ramón Gandía.
Grandes momentos
La Escuadra se ha caracterizado durante todos estos años por tener un gran ambiente en el que se han vivido grandes momentos y se han hecho muchos amigos. No todo el mundo a podido seguir el ritmo del desfile y han dejado de salir pero todavía siguen en el ambiente que rodea a los Salvajes, viniendo a las tradicionales cenas y comidas.
A continuación se muestra a los Salvajes desfilando por las calles de Villena en 1982:
Actualidad
Transición a la tercera generación
Actualmente somos ya la tercera generación, con algunos integrantes de la segunda que poco a poco van dejando el hueco a los jóvenes. Esta transición comenzó con la entrada a la escuadra de Pedro Luis Lillo, hijo de Pedro Lillo. Dos años más tarde, en 2004, José Ferriz y Jose Francisco Muñoz, hijo de Pedro Muñoz, debutaron a lo grande, con el premio a la mejor escuadra especial del Bando Cristiano. Poco a poco han ido entrando nuevos componentes y se han ido retirando compañeros que nos han acompañado muchísimos años pero que todavía siguen ligados a la Escuadra aunque no salgan durante los tan señalados días.
En la siguiente foto, del día 5 de Septiembre de 2007 en "la Cueva", se puede apreciar los componentes que militaban durante esos días, faltan en la foto algunos Salvajes como Miguel Gandía o Jose Francisco Muñoz. Esta foto tiene su "historia" ya que, como se puede apreciar en el cuadro de la foto, se hizo una foto similar muchos años atrás, cuando la segunda generación de Salvajes estaba en todo su esplendor. Alguno de los componentes, casos como Pedro Muñoz, Pedro Lillo o Manolo Céspedes (silla incluida) repiten fotografía en la misma posición en ambas fotos.
Traje sacado en las fiestas de Moros y Cristianos del año 2010:
Foto de la comida del día 8 de Septiembre de 2011 en el interior de la Cueva de los Salvajes
La tercera generación
En 2012 se podría decir que ya es, definitivamente, la tercera generación de Salvajes. Únicamente queda José Espartal de la segunda generación como saliente, mientras el resto ya no desfila pero sí sigue ligado a la Escuadra, tanto en comidas y cenas como reuniones.
Casi todos los componentes de la escuadra que comieron el día 5. De izquierda a derecha y de arriba a abajo:
Arriba: Francisco, F.Ruano, David, Tomas; Sentados: Pedro Muñoz, Juan, Pedro Lillo, Jero, Javi, Pedro L. Lillo, Vicente, Céspedes y Juan; Bajo: Lorenzo, Server, Jose Francisco y José Ferriz y los cuadros del Puncha y de la segunda generación con algunos en las mismas posiciones como P.Muñoz, Pedro Lillo, Jero o Céspedes
Traje sacado durante las fiestas de Moros y Cristianos de 2012, foto durante la Cabalgata:
Foto de las fiestas de Moros y Cristianos de Villena de 2016 en el que la escuadra recibió el premio a la mejor escuadra del bando cristiano de Villena:
Integrantes y Cabos
Cabos
Si algo cabe destacar de "Los Salvajes" es su particular forma de desfilar, su paso fuerte levantando las rodillas y sus cabos, enérgicos al son de la música, hacen disfrutar a los espectadores. Casi todos nuestros cabos han sido premiados en algún momento, alguno de ellos incluso repitiendo en varias ocasiones como Regino Cerdán o Ramón Gandía. A continuación mostramos todos los cabos oficiales hasta la fecha de nuestra escuadra:
Los cabos oficiales de los Salvajes
Montañeses |
---|
Eleuterio Cabanes |
Antonio Candela |
Mateo Diaz Gil |
Diego Menor García |
Salvajes |
Regino Cercán Ugeda |
Manuel Cerdán López |
Ramón Gandía Catalán |
Pedro Luis Lillo (Actual Cabo) |
Cabría destacar especialmente la figura del ya mencionado anteriormente Regino Cerdán ugeda, "El Puncha" (Derecha).
Cabo gestador de la escuadra más de tres décadas, su persona reunía todas las cualidades que debe tener un buen cabo de escuadra: personalidad, elegancia, simpatía, fuerza y estilo.
Regino, "El Puncha", tenía un estilo propio inconfundible, sintonizaba con el público como ningún otro y los espectadores vibraban con su extraordinaria forma de desfilar.
Durante los años que estuvo en la escuadra "El Puncha" era el alma del grupo: compañero y amigo, nos hacía sentir y vivir la escuadra y la comparsa, en definitiva, él transmitía "Fiesta", era un festero de los pies a la cabeza.
Regino Cerdán "El Puncha" fue, es y será el cabo por excelencia de la Escuadra de Salvajes. Su alegría y su forma de desfilar marcaron estilo y todavía, muchos años después de su muerte en 1988, su escuadra y comparsa siguen echándole de menos.
Tras "El Puncha" tomó el relevo Manuel Cerdán y una vez dejó su puesto, Ramón García debutó con un nuevo trofeo al mejor cabo del bando Cristiano a marcha cristiana. Este estuvo también una larga época hasta que en 2008 se retiró y dejó paso al actual cabo, Pedro Luis Lillo Ruano, que también consiguió el premio en su debut en 2010.
Algunos de los integrantes que dejaron huella
Se podría destacar el nombre de alguna de las personas que han formado parte de la Escuadra a lo largo de sus más de 50 años de vida:
- "Prome"
- "El Cejas"
- Fco. Pascual "Tomate"
- Lorenzo "Esparza"
- "El Cocal"
- Vicente Medina
- Antonio Domene
- Marcial Rubio
- Bartolo
- Cristóbal Collado
- Paco "El Alemán"
- Jerónimo "Calaco"
- Aurelio Castillo
- Inocencio Zapater
- José Martínez "Rosiga"
- Antonio Hernandez "El Bolas"
- Vicente Rodes
- Manuel Céspedes
- Y otros muchos mas (no podemos nombrarlos a todos).